Fomentando el arte en los niños.
En las películas, cada que los seres humanos tratan de explicar al alien Terminator, que somos una “forma de vida superior” y dignos de ser salvados del exterminio, recurrimos a las artes. Explicamos que podemos crear grandes poemas y sinfonías, “Mona Lisas” y “Davides” de mármol. El Terminator parece valorar estas cosas y por lo tanto salva nuestro planeta.
Pero nosotros, la mayoría de los seres humanos que no podemos producir ninguna de las obras de arte mencionadas anteriormente, ¿valoramos a los que pueden hacerlas? ¡Aquellos que pueden crear están condenados a la pobreza! Pagamos a los futbolistas muy bien por darse cabezazos y hacerse moretones entre ellos. Pero pagamos a los artistas (quienes han salvado al planeta del exterminio) ¡casi nada!
¿Cómo es que se ha convertido en “La Regla” que nuestros niños con grandes habilidades artísticas son comúnmente condenados a una vida de pobreza si eligen seguir el camino artístico? Además, son reprimidos por haber hecho una “mala elección” de carrera.
Ya que el arte es un componente muy valioso de nuestra cultura nacional, es obvio que nuestros niños necesitan estar en el mayor posible contacto con trabajos artísticos; pero, como nación, no vemos la necesidad de financiar a los artistas. Eso es semejante a una nación que quiere ganar Medallas Olímpicas de Oro, pero nunca ofreciendo financiamiento para el entrenamiento adecuado de los atletas.
A través de la historia, artistas, poetas, cuenta cuentos y músicos locales han sufrido en cuestión monetaria. La nación debería alentarlos y proveer el acceso asequible (o gratuito) a academias para desarrollar su talento. Deberíamos proveer espacios para que los artistas se presenten, y así, puedan recibir apoyo financiero como recompensa de su talento.
Como nación, inmediatamente construimos y patrocinamos estadios de fútbol, y contratamos entrenadores para nuestros hijos en la escuela. Deberíamos de hacer lo mismo con nuestros jóvenes artistas.
Un amor por el Medio Ambiente.
Un amor hacia las artes puede iniciar con un amor hacia la Madre Naturaleza.
En 1914, Alfred Kilmer escribió un poema titulado Árboles: “Creo que nunca podré ver – Un poema tan hermoso como un árbol.”
Puede ser difícil para muchos habitantes de la ciudad, pasar tiempo de calidad en los Parques Nacionales; pero un amor verdadero por la gala y fragilidad de la naturaleza puede originarse desde su localidad.
Desde su edad más temprana, usted debe caminar regularmente (o conducir) a sus hijos a la zona boscosa más cercana o "Jardín Botánico". Si usted exhibe una reverencia para la naturaleza, desarrollarán uno también.
Toda su familia debería estar involucrada en un sencillo jardín o pequeño huerto de vegetales. Cientos de enseñanzas de vida son aprendidas gracias a este pequeño ejercicio.
Un centenar de amplias lecciones de la vida son aprendidas por este simple ejercicio. Sus hijos, deberían plantar un árbol de 6 pulgadas en una maceta o en el patio trasero. Ellos rápidamente se apegarían a este pequeño elemento de la naturaleza; e independientemente de si el árbol vive o muere, otro ciento de enseñanzas serán aprendidas – y un corazón en armonía con la naturaleza comenzará a crecer.
Traducido al español por Sonia Álvarez Martínez.